BEATRIZ COLOM, Directora de FUNERMOSTRA
Desde el año 2000 dirijo FUNERMOSTRA, Feria Internacional de productos y servicios funerarios. He vivido una increíble evolución del sector y eso se refleja en cada edición con novedades sorprendentes. La profesionalización de los expositores atrae al público internacional y ayuda a vivir la feria de otra manera.
SORTEM. –Hemos disfrutado de 14 ediciones de FUNERMOSTRA. Como directora de la feria, ¿qué se siente al representar un evento tan significativo para todo el sector funerario?
BEATRIZ COLOM – Es una gran satisfacción poder disfrutar y vivir esta feria. Son muchas ediciones que poco a poco han ido convirtiendo a FUNERMOSTRA en un foro referencial del sector nacional e internacional, con un incremento contrastado de visitantes cada año. Es un gran encuentro que crece gracias al gran trabajo e inversión que realizan los expositores.
– Contar con el privilegio de poder mirar hacia atrás y compararlo con el presente de esta edición, permite observar la evolución que se ha tenido. En su opinión, ¿cuáles han sido los mayores cambios que ha sufrido el sector funerario a lo largo de todos estos encuentros en Valencia?
B. C. – Sobre todo destacaría la importante labor que se ha realizado en cuidar la presentación del producto. Antes los stands eran espacios menos personalizados, más sencillos y prefabricados. Ahora, como hemos comprobado en esta última edición, los espacios cuidan mucho su diseño, con una intención muy clara de resaltar las novedades expuestas e identificar quién expone. El esfuerzo y la estrategia de marketing ha crecido al mismo tiempo que también ha aumentado la capacidad de traer y presentar siempre algo innovador. Algo que, año tras año, ayuda a dinamizar la feria.
– Coordinar y consensuar en un evento de esta dimensión no es una tarea fácil. ¿Cuál ha sido el reto más complejo al que se ha enfrentado la organización en esta edición?
B. C. – Realmente ha sido coordinar la presencia de la FIAT/IFTA en FUNERMOSTRA 2017. Un evento con repercusión internacional, al que han asistido integrantes de hasta 30 países, con la complejidad de las distancias, las diferencias horarias, el protocolo, la logística … Pero la dedicación y la constancia, han hecho que el encuentro se pudiera producir en Valencia y ha sido de un gran valor para la feria.
– FUNERMOSTRA es ya una cita obligada en el calendario funerario internacional. Este año hemos constatado un incremento notable de presencia extranjera tanto en expositores como en visitantes. ¿Cómo valora la entrada de nuevos mercados?
B. C. – Imprescindible. Es importante que el visitante extranjero conozca y entre en contacto con las empresas españolas del sector para conocer nuestras novedades y que comprueben la capacidad que tenemos en España para ayudar al mundo funerario. Por eso, estamos contentos de la gran presencia de visitantes internacionales. Y, en ese intercambio, destacamos la espectacular acogida que hemos tenido con expositores de otros países. El ánimo que se respiraba era el de abrir nuevos mercados.
“Es imprescindible abrir nuevos mercados con visitantes y expositores internacionales”
– Siempre se ha dicho que el funerario es un sector bastante hermético. ¿Qué acciones se han desarrollado para abrir la feria fuera del recinto y hacerla más atractiva a un público más generalista?
B. C. – Este año hemos querido sacar a FUNERMOSTRA a la ciudad. Hemos realizado una “Muestra cultural sobre la vida y la muerte” en el Palau de l’Exposició de Valencia del 23 al 28 de mayo con la colaboración de Grupo Albia, Funespaña y AFCM . Y, previo al inicio de la exposición, convocamos junto con la Revista ADIÓS CULTURAL un concurso de arte urbano en el cauce del río bajo el tema “El ciclo de la vida”. Nuestro interés es seguir en esta línea para normalizar y provocar que se hable con naturalidad de este sector.
– Desde su experiencia como directora de FUNERMOSTRA, ¿qué debe tener en cuenta un expositor para poder exprimir al máximo una feria antes, durante y después del evento?
B. C. – Antes, informar a todos sus contactos sobre su presencia, anunciar sus novedades y ayudar a que vengan a visitarlos. Durante, realizar una correcta presentación de sus productos o servicios. Pero el gran trabajo empieza después, que tienen que perseguir, perseguir y perseguir a todos los contactos abiertos. El retorno de un evento como FUNERMOSTRA se mide en la capacidad de gestionar y concretar todas esas solicitudes de información recibidas. La exposición dura tres días, pero se debe trabajar mucho tiempo antes y sobre todo después.
– Decimos adiós a la 14ª Edición, ¿qué le pide a la 15ª?
B. C. – Como mínimo que sea como la de este año. Pero mejorar es el reto en general y, por supuesto, seguir incrementando la presencia internacional tanto de expositores como de visitantes. Acabamos de cerrar la 14ª y ya estamos trabajando en la 15ª, que es dentro de dos años, con algunas ideas que en los próximos meses deberemos dar forma.
No quiero despedirme sin dar las gracias a expositores y visitantes, así como a los patrocinadores y colaboradores, porque sin ellos este certamen no sería posible.
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